jueves, 24 de noviembre de 2022

 Un 24 de noviembre  muy importante.


Vamos de lo general a lo particular, el 19 de este mes volví a ser parte de una cena muy particular, de un banquete, La renga toca tierra otra vez en rosario y la verdad que hace tiempo que no disfrutaba de algo así, una comunión de sentido, pertenencia en paz y festejo.


Es increíble que en 2022 tenga que poner poner como referencia algo pasado en el 2020, pero la cosa es asi, la pandemia nos golpeó y todavía nos duelen sus moretones, digo moretones porque si lo particularizamos se pone cada vez más duro, hace mas de tres años que no me acercaba a un evento con tanta gente a la vez. 


Un festejo como el del banquete Rengo comienza antes del recital en sí y tiene como corolario una reunión y un disfrute multicultural, multiclasista, multitodo. Es temido por el gran público ciudadano que se enchufa a los medios masivos como si fuera heroína, es así que se le teme. . .


¿por masivo?, 


¿por los altos decibeles?


¿por consecuencias materiales?


¿por las sustancias ilícitas consumidas en el momento?


¿por el costo fiscal que representa al municipio?


no, no, no, no y(déjenme volver a pensar) no; la principal causa del rechazo a este evento es que la banda y su gente se presenta con un arraigo popular, socialmente cercano al pueblo trabajador, a las personas de a pié que en los primeros años de la década de 1990 veían que su actualidad no les ofrecía a ellos lo que la realidad sociolaboral les había ofrecido a sus padres previo al hiato asesino de la última dictadura cívico-eclesiastico-militar de 1976. La democracia no mata sin preguntar, pero ésta no está dando trabajo, el nodo de la campaña del 1983 y proseguida en los noventa demostraba que solo se votaba, y se hacía difícil comer, educar o curar, ya que sin trabajo no se traía el pan, los docentes luchaban por la educación y el sueldo, junto a  una salud pública se destruía mientras que la privada se hacía impagable. 


Fue en ese contexto en donde Chizzo,Tete y Tanque decidieron que el tiempo no pasa en vano y la vida solo les sirvió para encontrar un lugar y pudrirse en su rock and roll.


El 19 amaneció con lluvia y parecía que no dejaría lugar para un encuentro sin particularidades climáticas, pero se despejo y las hordas de rengueres se dispersaron por toda la ciudad en los predios acordados para realizar un finger food de bandas locales, falda y vacío junto a unas birras y unos vinos, y no es chiste, la comida sí forma parte del encuentro, es un obligatorio paso encender un fuego y como desde tiempòs inmemoriales reunirse junto a él para compartir.


Por mi parte era la primera vez que tenía un recital tan grande a 8 cuadras de casa y caminar hasta él sin viajar, tomar un bondi o ponernos de acuerdo cómo llegar era una novedad, una linda por cierto; eran las 18 y estábamos en la entrada sur del parque Independencia a las puertas de la Ex rural que se vió invadida por quienes en otrora hubiesen sido nada mas que excluidos del predio, compartiendo cerveza y choripanes, sándwich de vacío, cantando y saltando, esperando para poder entrar al predio y proseguir con la fiesta que había comenzado hace rato. 


Retomamos Bv Oroño hacia el norte pasamos una boletería y lo que se había transformado en el estacionamiento de bondis mas grande que vió el parque en un solo rato, al adentrarse se escuchaba más música(de la renga obvio) que aumentaba el Hype y al llegar a su intersección con Lugones y bajo una de las pocas estatuas a caballo de Belgrano se alzaba un pogo de cientos que prometían un fiestón en el Marcelo Bielsa. 


Entramos y la fiesta había comenzado con Mica Raciatti, Oasis y Perro Suizo, finalmente a las 21.50 sale el trío de mataderos para poder darle la coronación musical a esa noche, más no al fin del banquete. La lista fue extensa y exhaustiva, desde el primero al último disco, invitados, luces, sonidos pantallas y rocka and roll, a las 12.30 termina la música y las masa de 38000 espectadores se empieza a retirar con tranquilidad para volver cada uno a casa, bajo una lluvia débil que ponía algo de fresco al calor humano del estadio. 


Finalmente el banquete terminará cuando todes en sus redes sociales pongan sus fotos , videos e instantáneas de lo sucedido para poder decirse entre elles que estuvieron allí y a esos que temían que su rosario se viera destruida por la hordas de bestias rengas que el amor vence al odio y que el banquete es un acto de amor y que finalmente con un poco de organización disfrutamos todes.


Sin embargo el 20 de noviembre nos levantó con una mala noticia, Hebe se había ido a marchar al más allá, sus pies cansados de 93 años de existencia y más de 40 de lucha dejaron el plano terrenal para integrar el panteón de las que lucharon por las causas propias y ajenas, las que pusieron el pecho no solo a sus luchas sino a las comunes, de las que demostraban lucha a lucha que no retroceder, luchar y no levantar una mano no solo es posible sino deseable y realizable, solo hay que tener los ovarios necesarios para hacerlo, justicia y no venganza.


La Argentina se pone terca a la hora de no dejar de generar mujeres con ovarios que rompen moldes y ponen blanco sobre negro diciendo y viviendo lo que otros ni se animan a decir. Hebe dejó este plano terrenal, pero seguirá marchando en todas las memorias, porque, ¿que somos nosotres sino una construcción histórica que como en el día de los muertos sobrevive si se los trae a presente todo el tiempo reviviendo nuestras vidas e ideales?.


El 22 fue un día particular, además de ser el aniversario del natalicio de mi compañera de vida y festejarlo con un rico pedazo de falda a la parrilla y una hermosa reunión familiar fue el día de la mùsica, si bien los aniversarios no son más que fechas tan arbitrarias como la relación entre significantes y significados, e igual que esta relación nos dejan una marca, un mojón que nos dice donde estamos y qué podemos hacer con eso.


Finalmente el 24 a las 00.30 Celine(mi hija) de 3 años y 9 meses se acostó en su pieza, en su “cama de las estrellas” para que luego de un cuento y una canción me saludara para dormirse sola, sin papa ni mama, terminando en un abrazo al pingüino y un sueño sin más.


Todos crecemos y muchas veces no somos conscientes de cuando lo hacemos, es el contexto el que nos ayuda a marcar que estamos siendo. 


Abrazos.