El peso específico de una sombra.
Era de noche y me rascaba la espalda, o eso parecía. Yo sentía una leve sospecha de que no estaba solo, en la casa no había nadie, los perros dormían. Sin embargo si habría los ojos por algún lado la veía, siempre está ahí. Si bien me acompaño desde chico nunca le di importancia, de hecho muchas veces jugamos juntos, pero ahora era distinto… La pregunta me azotó en un momento,
- ¿era posible que supiera lo que hice?; ¿acaso quedaron testigos de aquél suceso?
Fue planeado a la perfección, de hecho mi soledad dejaba al crimen sin víctimas; en realidad con una sola, yo mismo. Pero ella parecía ser testigo, juez y verdugo de mis fechorías, se escondía fácilmente y la había visto aparecer detrás de infinidades de objetos y conocidos, hasta esconderse detrás de mi propia familia.
- Tranquilo… , me dije, -no puede decir nada…
pero el problema era otro; y si algún día aprendía a comunicarse, sabía sin dudas, todo; y ese sería mi fin. Ya no podría esconderlo, como el cuervo que vigila desde lo alto del reloj no se despegaría nunca de mí; alguien iba a descubrir que me comí el último turrón de navidad.
Era de noche y me rascaba la espalda, o eso parecía. Yo sentía una leve sospecha de que no estaba solo, en la casa no había nadie, los perros dormían. Sin embargo si habría los ojos por algún lado la veía, siempre está ahí. Si bien me acompaño desde chico nunca le di importancia, de hecho muchas veces jugamos juntos, pero ahora era distinto… La pregunta me azotó en un momento,
- ¿era posible que supiera lo que hice?; ¿acaso quedaron testigos de aquél suceso?
Fue planeado a la perfección, de hecho mi soledad dejaba al crimen sin víctimas; en realidad con una sola, yo mismo. Pero ella parecía ser testigo, juez y verdugo de mis fechorías, se escondía fácilmente y la había visto aparecer detrás de infinidades de objetos y conocidos, hasta esconderse detrás de mi propia familia.
- Tranquilo… , me dije, -no puede decir nada…
pero el problema era otro; y si algún día aprendía a comunicarse, sabía sin dudas, todo; y ese sería mi fin. Ya no podría esconderlo, como el cuervo que vigila desde lo alto del reloj no se despegaría nunca de mí; alguien iba a descubrir que me comí el último turrón de navidad.
……….
Nunca fui bueno en física, simplemente porque casi no me la enseñaron curricularmente, igual que la mirada crítica hacia lo social y el análisis político de la realidad (supongo que lo segundo siempre me interesó más y me interiorice solito); luego del descargo y fe de erratas seguimos.
Una compañera me dijo que no entendía para donde rumbeaba el texto, espero ser un poco mas claro.
Nunca fui bueno en física, simplemente porque casi no me la enseñaron curricularmente, igual que la mirada crítica hacia lo social y el análisis político de la realidad (supongo que lo segundo siempre me interesó más y me interiorice solito); luego del descargo y fe de erratas seguimos.
Una compañera me dijo que no entendía para donde rumbeaba el texto, espero ser un poco mas claro.
Cada “cosa” en este universo tiene un peso, este se define simplemente como la fuerza que atrae a la misma a la tierra. Físicamente hablando también tiene un peso específico, este es el resultado de “el vínculo existente entre el peso de una cierta sustancia y el volumen correspondiente.”(1) Falta definir también, la masa, la densidad, y muchos otros atributos que se necesitan para describir cabalmente el peso específico de una “cosa” (o substancia, correctamente hablando).
Ahora tenemos dos ideas recorriendo el texto, “peso especifico” y “definición”; ambas me cuestionaron la semana pasada. Retomemos la primera pero desde otro ángulo, el del análisis social y casi lingüístico (con perdón de Rodolfo y coqui (2) ) Siempre en mi carrera me dijeron que los términos y así también los conceptos tienen un peso mayor que el que acarrean etimológicamente; cada comunidad de habla, cada nicho del lenguaje(que aunque no sea lo mismo podemos simplemente ponerlo en paralelo) les pone un bagaje propio que lo hace representativo de la comunidad enunciante. Así sorber, no es lo mismo que chupar en argentina, nadie “sorbe un mate” pero si te dijeron “chupate ese mate que no es micrófono”, lo curioso es lo siguiente.
“Todos y todas”, “para todos”, “él”, se han vuelto una marca imborrable de la cultura argentina de los últimos tiempos; así mismo “con alegría”, “cambio”, “militantes, periodistas, profesores, inspectores, ingenieros, barrenderos, pintores K” se ha transformado en referencias epocales paralelas. Esto demuestra como la cultura, la comunicación y el uso de determinados términos genera un “peso especifico” que anteriormente no lo tenían; eso no sorprende a nadie, lo que me sorprende es la efervescencia del uso indiscriminado de mini paradigmas comunicacionales que despiertan una especie de universo retro alimentario en el enunciante promedio; casi, diría yo, como una consecuencia de la segmentación aritmética/lógica resultante de la fórmula utilizada por los desarrolladores de las redes sociales. Si, no se hagan los tontos, sabemos que tanto Facebook, como Tiwtter y todos los demás poseen un algoritmo que recorta trae y lleva los posteos de aquí para allá de forma que podamos tener un entorno que nos haga volver a la página y generarnos interés. Me fui no. . . bue . . como venía diciendo, ese microclima se volvió atrapante, obnubilado y a la vez muy frágil, ¿porqué frágil?, porque dura lo que un suspiro cuando nos enfrentamos a otro y allí se cristalizan las diferencias, haciéndose o muy fuertes o muy débiles pero ante una enferborización rara vez se hace cuestionable. No es malo defender lo que pensamos pero si es extraño pensar que solo nosotros tenemos la razón.
Ahora tenemos dos ideas recorriendo el texto, “peso especifico” y “definición”; ambas me cuestionaron la semana pasada. Retomemos la primera pero desde otro ángulo, el del análisis social y casi lingüístico (con perdón de Rodolfo y coqui (2) ) Siempre en mi carrera me dijeron que los términos y así también los conceptos tienen un peso mayor que el que acarrean etimológicamente; cada comunidad de habla, cada nicho del lenguaje(que aunque no sea lo mismo podemos simplemente ponerlo en paralelo) les pone un bagaje propio que lo hace representativo de la comunidad enunciante. Así sorber, no es lo mismo que chupar en argentina, nadie “sorbe un mate” pero si te dijeron “chupate ese mate que no es micrófono”, lo curioso es lo siguiente.
“Todos y todas”, “para todos”, “él”, se han vuelto una marca imborrable de la cultura argentina de los últimos tiempos; así mismo “con alegría”, “cambio”, “militantes, periodistas, profesores, inspectores, ingenieros, barrenderos, pintores K” se ha transformado en referencias epocales paralelas. Esto demuestra como la cultura, la comunicación y el uso de determinados términos genera un “peso especifico” que anteriormente no lo tenían; eso no sorprende a nadie, lo que me sorprende es la efervescencia del uso indiscriminado de mini paradigmas comunicacionales que despiertan una especie de universo retro alimentario en el enunciante promedio; casi, diría yo, como una consecuencia de la segmentación aritmética/lógica resultante de la fórmula utilizada por los desarrolladores de las redes sociales. Si, no se hagan los tontos, sabemos que tanto Facebook, como Tiwtter y todos los demás poseen un algoritmo que recorta trae y lleva los posteos de aquí para allá de forma que podamos tener un entorno que nos haga volver a la página y generarnos interés. Me fui no. . . bue . . como venía diciendo, ese microclima se volvió atrapante, obnubilado y a la vez muy frágil, ¿porqué frágil?, porque dura lo que un suspiro cuando nos enfrentamos a otro y allí se cristalizan las diferencias, haciéndose o muy fuertes o muy débiles pero ante una enferborización rara vez se hace cuestionable. No es malo defender lo que pensamos pero si es extraño pensar que solo nosotros tenemos la razón.
Y aquí aparece lo más incomprensible para quien les habla, previó a las elecciones, una mala utilización de las formas de habla o una ligera interpretación diferencial de los elementos políticos generaba un ruido impresionante (o lo querían hacer así), hoy a 7/01/2016 muchas fueron las medidas de fondo tomadas por el nuevo gobierno que no son vistas como trascendentes, es más, ni si quiera revisten importancia para quienes solo querían que lo anterior se acabe, como un niño que enojado por un capricho se olvida automáticamente que va al medico en el momento que se le obsequia el placebo conveniente.
Les han entregado el placebo, la galletita, la zanahoria, pero aunque ya no está la yegua, ya no hay cadenas nacionales, etc…(dejando los improperios de lado) olvidamos que se modifican las leyes por decreto de necesidad y urgencia, la necesidad y urgencia que le imprime el oficialismo actual que parece olvidar que tiene la potestad de llamar a extraordinarias y hacer de sus decisiones las más republicanas e institucionales posibles. Pero simplemente no, no lo hacen, nadie parece tener el interés desde los grandes paladines del republicanismo (ni Carrió, ni Sanz, ni los medios masivos ex opositores por ejemplo) de que esto así sea; solo nos importa como esta Mardel, que por cierto está teniendo unas oscuras historias de persecución a las minorías sexuales y de color de piel, si va bien el Dakar, si Antonia recibe a
todos los reyes magos o solo a los dos blanquitos(perdón, me deje llevar). En fin, el peso específico de los términos hasta el 22 de noviembre de 2015 fueron unos, luego del 10/12/2015 fueron otros, hoy me siento en una mar de sinsabores que pasa flotando cerca de los avatares de una hermosa niña que tuvo la suerte de ser hija de “Mau”.
Reserve una pequeña observación para la idea de “definición” para este encuentro y espero desarrollarlo en el próximo texto. Definición identitaria, es la idea especifica que me revolotea como moquisto en el oído. Se puede definir exclusivamente por la oposición, hablando lógicamente puede que sí; pero hemos demostrado ser como especie algo más complejo que una clausula lógica determinada, digamos que por lo menos no tan coherentes como la ciencia lógica. Se puede ser “anti” algo como definición, a mi criterio no; nos definimos como sujetos casi como si quisiéramos ocupar una cátedra, por antecedentes y oposición. Nos definimos como lo que no queremos ser, pero a la vez como lo que si, queremos perseguir. Como la arbitrariedad del signo nuestras decisiones y definiciones van atadas mínimamente a
dos opciones (siendo bien occidentales), de lo que nos queremos alejar y hacia donde queremos ir; creo que el problema de muchos fue que creían saber seguro de donde salir, pero no vieron a donde los llevaba esa decisión.
Nuestro entorno es consecuente, una acción lleva a una reacción y todos los hechos están concatenados, lo veamos o no. Quiero ver donde nos lleva esta decisión que tomamos como sociedad, sus consecuencias. Como un ser humano bajo el sol no puede escapar a su influencia, como no puede más que sentirse atraído por la masa terrestre y su fuerza, como no podemos hacernos los sotas y sacarnos las mochilas de nuestras decisiones, ya algunos parecen querer despegarse como Peter Pan, del peso específico de su sombra.
1) http://definicion.de/peso-especifico/
2) Rodolfo Hachén y María del Rosario Fernandez, profesores de la Facultad de Humanidades de la UNR.
Les han entregado el placebo, la galletita, la zanahoria, pero aunque ya no está la yegua, ya no hay cadenas nacionales, etc…(dejando los improperios de lado) olvidamos que se modifican las leyes por decreto de necesidad y urgencia, la necesidad y urgencia que le imprime el oficialismo actual que parece olvidar que tiene la potestad de llamar a extraordinarias y hacer de sus decisiones las más republicanas e institucionales posibles. Pero simplemente no, no lo hacen, nadie parece tener el interés desde los grandes paladines del republicanismo (ni Carrió, ni Sanz, ni los medios masivos ex opositores por ejemplo) de que esto así sea; solo nos importa como esta Mardel, que por cierto está teniendo unas oscuras historias de persecución a las minorías sexuales y de color de piel, si va bien el Dakar, si Antonia recibe a
todos los reyes magos o solo a los dos blanquitos(perdón, me deje llevar). En fin, el peso específico de los términos hasta el 22 de noviembre de 2015 fueron unos, luego del 10/12/2015 fueron otros, hoy me siento en una mar de sinsabores que pasa flotando cerca de los avatares de una hermosa niña que tuvo la suerte de ser hija de “Mau”.
Reserve una pequeña observación para la idea de “definición” para este encuentro y espero desarrollarlo en el próximo texto. Definición identitaria, es la idea especifica que me revolotea como moquisto en el oído. Se puede definir exclusivamente por la oposición, hablando lógicamente puede que sí; pero hemos demostrado ser como especie algo más complejo que una clausula lógica determinada, digamos que por lo menos no tan coherentes como la ciencia lógica. Se puede ser “anti” algo como definición, a mi criterio no; nos definimos como sujetos casi como si quisiéramos ocupar una cátedra, por antecedentes y oposición. Nos definimos como lo que no queremos ser, pero a la vez como lo que si, queremos perseguir. Como la arbitrariedad del signo nuestras decisiones y definiciones van atadas mínimamente a
dos opciones (siendo bien occidentales), de lo que nos queremos alejar y hacia donde queremos ir; creo que el problema de muchos fue que creían saber seguro de donde salir, pero no vieron a donde los llevaba esa decisión.
Nuestro entorno es consecuente, una acción lleva a una reacción y todos los hechos están concatenados, lo veamos o no. Quiero ver donde nos lleva esta decisión que tomamos como sociedad, sus consecuencias. Como un ser humano bajo el sol no puede escapar a su influencia, como no puede más que sentirse atraído por la masa terrestre y su fuerza, como no podemos hacernos los sotas y sacarnos las mochilas de nuestras decisiones, ya algunos parecen querer despegarse como Peter Pan, del peso específico de su sombra.
1) http://definicion.de/peso-especifico/
2) Rodolfo Hachén y María del Rosario Fernandez, profesores de la Facultad de Humanidades de la UNR.
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