Nunca me reconocí como un gran lector, definitivamente me faltan muchas obras fundamentales que dejen saciada mi alma, pero mi curiosidad nunca decayó. Como hijo de una cultura híbrida que vio nacer el sujeto Multitasking, adopte esta particularidad como una ventaja, no ya como una herramienta sino como un modo de pensar mi entorno. Es claro que hoy subsisten, a mi parecer, varios modos de alcanzar la realidad; los más modernos, es decir, los “antiguos” que enfocan su atención en un objetivo y lo profundizan, los nacidos en la multitarea en donde se les hace dificilísimo poner atención a una sola cosa debido a que luchan con su día a día y la obligación del aula.
Esto no es ningún tipo de error, ¿la computadora se destruyó debido al cambio en donde se paso de tener un solo programa abierto, a tener varios y trabajar en todos ellos a la vez?, el software se adaptó para ello, porque en mi vida soy multitarea, porque puedo elegir que tomar, mientras miramos la tele, o puedo mirar la tele mientras pongo la mesa.
No se debe confundir la multitarea con la simultaneidad en las mismas, debemos entender que el conocimiento “multilateral” es eso, aprehender desde diferentes ángulos a la vez pero no todos al mismo tiempo.
El problema llega cuando los que deben ensañar los contenidos no se “hicieron amigos” de la multitarea, creen que este proceso es ajeno a la transmisión de conocimientos, lo alejamos del procedimiento de enseñanza.
No es nuevo decir que tenemos una escuela que apenas rasca los talones de la modernidad mientras que los niños y adolescentes hace ya décadas que la pasaron por ensima, eso ya lo sabemos; pero ahora como comunidad nos enfrentamos a un nuevo problema. No es ya la forma de estandarizar en un salón, la forma de transmitir a través del Profesor a un “alumno” que debe aprender como se hace una resta, como se DEBE sentar, como DEBE, hablar, como DEBE escuchar, ahora el aula se escapa cada vez más del mundo que la rodea.
La peor parte es que el estado como aparato anquilosado quiere empezar a moverse y desde ya hace varios años intenta acercarse a los profesionales de la educación, la pedagogía, la ciencia social aplicada a la escolarización, pero como muchas veces, pasa toman lo que quieren y redactan horribles, deformados y grotescos programas incompatibles con la práctica docente, las ciencias sociales y finalmente las realidades en donde se escolariza a los niños.
Se busca pasar de la estandarización de la enseñanza a la inclusión de todas realidades posibles, de un estado a cargo del riojano que intentó privatizar la educación y excluyó a miles de niños y jóvenes hasta uno que buscó integrar a todos en el sistema pero no tuvo la iniciativa de ir un poco más alla, a una realidad actual que parece virar el barco hacia el esperpento noventoso.
El nodo de la cuestión es entender que la educación es un trabajo, y como momento decisivo de la vida del sujeto que se piensa, usando superfluamente los términos la escolarización tiene el trabajo de convertir a los dasman en dasein, el amigo Martin siempre quiso seres concientes de sí mismo, que se re-piensen a sí mismos. Eso es lo que , a mi parecer, tiene por trabajo en los albores del siglo XXI en Argentina, seres críticos y conscientes. Los últimos tiempos políticos, nos trajeron como sociedad un innegable legado, el fin de la inocencia y la objetividad de los medios, que anteriormente eran incuestionables,
Hoy donde todo es cuestionado tenemos el trabajo de alejarnos de ese hombre masa, que transita la existencia para ser conscientes y poder cuestionarlas, cuestionarnos, cuestionar todo lo que nos rodea y emprender un camino hacia un futuro conjunto.
El siglo XX pareció ser el siglo de los movimientos de masas, pero si revisamos el XXI , las masas no se movilizan en las calles como anteriormente lo hacían pero se “masifican” desde sus dispositivos tecnológicos, los escolarizadores tienen un papel preponderante como siempre lo tuvieron y su actualización es necesaria para poder convertir esos dasman en dasein.
Son términos muy antiguos temporalmente hablando, pero como testigos de los efectos de los primeros entretenimientos masivos y su devenir en el tiempo se han vuelto totalmente necesarios.
Saludos a los arrojados a la existencia.