domingo, 4 de junio de 2017

Los libros de la buena memoria





El vino entibia sueños al jadear
Desde su boca de verdeado dulzor
Y entre los libros de la buena memoria
Se queda oyendo como un ciego frente al mar.

Mi voz le llegará
Mi boca también
Tal vez le confiaré
que eras el vestigio del futuro.(1)



“–¿Spinetta tocaría para Macri? –le preguntó el periodista.

–Supongo que no, porque el nivel de prejuicio del mundo artístico, el nivel de ignorancia y de resentimiento es enorme.(...)Y cuando hablábamos de temas políticos yo sabía que él tenía simpatía... por familia y por tradición era más bien radical. Pero como todo artista popular y todo artista demagógico tenía una relación con lo masivo un poco extraña. No sé si por conveniencia o por seducción.”(2)



En los tiempos que corren y con tanto acceso a la información creo que es pasible la siguiente pregunta,

¿se puede hablar de un sentido común?

El sentido común es un ,común sentido, como primera medida es algo en conjunto, en colectividad; como segunda algo que se siente, algo que nos interpela y que nos “encamina hacia”.
En nuestro contexto país es importante vernos como sujetos pasibles de ser “interpelados por”, lo sensorial siempre fue un hito para la reflexión ya  sea causa  o barrera de la misma.
Tenemos que desterrar ciertas frases de la reflexión acerca de nuestra realidad, “si siempre fue así”, “pasa en todos lados”, “son todos iguales”, “si al final da lo mismo”; el problema con esas afirmaciones es que en ellas subyace una idea, un sentido, una lógica que nos expulsa del campo de juego, que nos corre del medio haciendo que seamos espectadores de nuestra realidad y no sujetos de cambio.
Si hablamos del partido del fin de semana, de la tabla de cortar de la abuela o del chismerío de último minuto no vamos a verificar cuál fue la lógica del sentido utilizado, pero en cuanto la realidad nos interpela,  nos pone de manifiesto nuestros límites como sujetos, nos disminuye y nos lastima debemos pensar cuál fue la lógica de pensamiento que nos llevó como sujetos a sufrir esos efectos.
No todo lo que se hace debe ser reflexionado, sino moriríamos en el intento solo de decir buen día; pero cuando algo no nos suena bien al oído o cuando lo escuchamos demasiadas veces debemos parar la oreja. En este siglo de la comunicación y en nuestra realidad como país tenemos que tener en cuenta que los medios masivos de comunicación juegan un papel más que importante en la construcción de un sentido determinado, una construcción de sentido común es, al fin y al cabo la construcción de  un camino ideológico conjunto que nos direcciona hacia un lugar determinado y desde allí es que debemos preguntarnos, ese camino ¿que lógica trae?


Marx  ponía de manifiesto que, como la historia era un devenir dialéctico, cada sector dominante trae en su creación la semilla de la destrucción de su poder, el feudo a la burguesía y esta al proletariado, más allá específicamente de este hecho, quiero rescatar que no de una manera bivalente sino de una manera dialéctica el “sentido común” trae en su creación la semilla del contrasentido.
Todo concepto generalizador trae consigo preguntas pero, en el momento que esa concepción se vuelve hegemónica es el momento en que se tiene que trabajar dialécticamente con este. Entonces tenemos que buscar nuestro propio camino, no un camino “único”, “revelado” o “esclarecedor”, sino uno que nos sirva como alternativa reflexiva para nuestro devenir en la vida.
En la actualidad y como nunca el sistema capitalista agudizó su capacidades de exclusión y su poder de hecho se vuelve cada vez más importante,  con él también la capacidad de estos de poder imponer en la sociedad concepciones que le sirvan, así tenemos que estar atentos para divisar las estructuras, los andamiajes que los poderes hegemónicos nos quieren imponer.
La comunicación de un hecho se vuelve en la actualidad un objeto con poca importancia para los medios de comunicación, es la interpretación de los mismos lo que pone a las partes a jugar el partido de la “verosimilitud”.
Existe hoy una problemática diferencial que no existía anteriormente de forma tan profunda, la diferencia entre lo veraz y lo verosímil dejó de ser importante para los medios, debido a que no relatan los hechos y luego interpretan, sino que interpretan hechos que pueden pasar o no, mientras que sean verosímiles, su  veracidad no parece importar.
Las formas de vida de la actualidad y los procesos de explotación de la masa trabajadora atenta tan fuertemente contra su calidad de vida, que aún teniendo los recursos económicos para poder hacerse del tiempo para reflexionar el porqué de su opinión o el porqué de su realidad, desea “descansar” y llenar su mente con elementos que no hacen repreguntanos sobre lo que les hace sentirse desaireados en el momento.
Ahora como todo proceso lleva en su momento de construcción un sentido disruptivo en su contra , el poder hegemónico consciente de ello busca generar dentro de sus detractores los elementos de los cuales los contrarios puedan expresar su inconformidad, de forma que generan su propio adversario a la medida.

¿Como evitar entonces ser el adversario que el poder hegemónico necesita?

La respuesta no está en mi poder pero creo que el camino esta en no ser responsivos a lo que se plantea sino en buscar el análisis de los elementos propios y desde allí poder dar rienda suelta a la reflexión no dando paso a una batalla que solo tiene proposiciones desde un lado.
Podemos pasar entonces a pensar que en las pos-verdades o las verosimilitudes configuran una pos-realidad o una realidad-verosímil que no necesariamente es veraz, movernos en un mundo en donde todo parece no estar sobre tierra firme abruma, pero es ese sentimiento de confusión el que lleva al poder a los sujetos que manejan los flujos de subjetividades que marcan las cancha del juego simbólico.
Yendo a algún punto más terrenal, es este el año en que el país lleva sus concepciones mundo a las urnas, es la carrera por el poder la que genera potenciales “mundo verosímiles” sin bases veraces o con algunas muy endebles. Este año es el que debemos tener en cuenta todas la fuentes, todos los sujetos y todos lo hechos de forma que podamos llegar a octubre pensando en nosotros como comunidad y nuestro futuro, dejando de lado la tentación del egoísmo cegador de ideas; es la democracia la forma menos imperfecta de poder relacionarnos como comunidad y debemos defenderla ya que no son pocos los avatares y deformaciones que sufre todos los días.
El poder nos quiere de rodillas, nos quiere ignorantes y cómodos, todo lo que implique en ellos un disrupción a su planificación futura y presente será bastardeado por el miedo de perder privilegios como así también  por la inconprensión de lo que no quieren ver.

“Rojas y verdes luces del amor
prestidigitan bajo un halo de rouge
Que sombra extraña te ocultó de mi guiño
que nunca oiste la hojarasca crepitar?

Pues yo te escribiré
Yo te haré llorar
Mi boca besará
toda la ternura de tu acuario.

Más si la luna enrojeciera en sed
O las impalas recorrieran tu estanque
No volverías a triunfar en tu alma?
Yo sé que harías largos viajes por llegar.

Parado estoy aquí
Esperándote
Todo se oscureció
Ya no sé si el mar descansará...

Habrá crecido un tallo en el nogal
La luz habrá tiznado gente sin fe
Esta botella se ha vaciado también
Que ni los sueños se cobijan del rumor.

Licor no vuelvas ya
Deja de reir
No es necesario más
Ya se ven los tigres en la lluvia “
Luis Alberto.

Te vamos a extrañar.


Referencias:

1: http://www.rock.com.ar/letras/3/3786.shtml

2:https://www.pagina12.com.ar/38912-el-entusiasmo-por-denigrar


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