Con una onda
expansiva
esa piedra llego al estanque
como toda que se unde
como
prosigue en el espacio
en una temporalidad ficticia,
nacen las ondas,
siguen.
Llegan a los extremos y vuelven,
se encuentran en un momento
y se destruyen unas a otras.
pero esto no termina
porque las mas
fuerte sobreviven
aplacándose casi ínfimas,
casi inadvertidas,
esperan,
duermen,
viajan,
contemplan.
Cuando cae la piedra nueva
ven su
momento,
se suben y rompen
la cresta las espera
hacen gala de su
fuerza renovada
ven el borde con los ojos viejos
sabiendo que a la
vuelta las esperan
Pero en su vuelta danzada se olvidan,
del caos nació su
reino
como la inevitable traición del movimiento sin fin,
las ondas vuelven al centro cansadas y expertas.
y se enfrentan cara a cara,
la juventud briosa de las nuevas ondas
retoma implacable su camino frente a la determinación.
Nacen otras muchas,
empujan,
distraen,
esperan,
contemplan,
se mueven,
vuelven,
expectan,
y mueren.
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